lunes, 21 de septiembre de 2009

A pocas semanas

La campaña actual es muy pobre, principalmente porque así le conviene al Frente con ese candidato imposible que le impusieron el MPP y el PCU, y porque así se lo toleran los diarios y las emisoras de TV que, por filiación política, presión gubernamental o simple incompetencia, no se dan cuenta que lo que dice Mujica son estupideces hasta que lo oyen pronunciado por El Líder.
El Frente usó las decenas de millones de dólares que de alguna manera ha reunido y las presiones que ejerce sobre los medios de prensa, para gritar a los cuatro vientos que Lacalle se había lastimado estando borracho, que su gobierno había estado plagado de corrupción, que Larrañaga es un perro faldero que les pega a las mujeres, que Bordaberry es hijo de un dictador… todo tan culto y republicano como novedoso y relevante para definir si uno u otro será un buen Presidente.
El primer error de los blancos fue poner la otra mejilla; previsiblemente fueron crucificados por las cuatro empresas encuestadoras que tanto se equivocaron en junio. El segundo fue apuntar al pasado terrorista de Mujica, sin percibir que lo importante es lo que Mujica promete para el futuro.
Como en algunas cosas los uruguayos tenemos suerte, la incontinencia verbal de Mujica le hizo ganarse el epíteto que le prodigó El Líder desde la capital del Imperio y esta comedia de errores quizá lleve a que el resto de la campaña analice propuestas.
Mujica tendrá que definir su rumbo preferido: ha dicho que quiere orientarnos hacia Nueva Zelanda, o hacia Finlandia, o hacia sus admirados Kung San, aquellos que él cree que trabajan dos horas y después se dedican “a la joda y el chusmerío”.
Especialmente los que apoyaron a Astori en las internas deben considerar lo que dijo Mujica en dos momentos recientes de candor, sin los límites y los “cuidado con espantar a los burgueses” que le imponen sus asesores de imagen.
Expropiación masiva de la tierra, descalificación de la Justicia, lucha de clases asociada a barrios, justificación de la violencia tupamara, “hay que traer” campesinos bolivianos (más tarde “indios ecuatorianos”), la Universidad es un elefante jodido que debe ser estrictamente controlado por un gobierno de izquierda, sujeción al Brasil pero que se dejen de joder con los lácteos, una Fuerza Aérea con 80 kamikazes, todos los bancos “son joda”, prohibición de importar autos de extrazona a cambio de no sabemos qué concesiones, descalificación masiva de las ONG como “infección”, encuentra más fácil hablar con Achugarry y Bensión que con Astori, va a la Argentina a pedir votos y vuelve insultándolos… su cabeza es un cajón de turco.
Con razón Cafiero destapó que Mujica no se da cuenta, pero es un peronista.
Bueno, amigos astoristas, si quieren lo votan.
Para mí octubre, elección parlamentaria, es de una claridad meridiana –ni Mujica ni Lacalle merecen mi voto. Mucho menos claro es noviembre. Por suerte, hay un mes más para pensar.

Jaime Mezzera

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